miércoles, 27 de agosto de 2014

OSCURIDAD



Autora: Ayla
-Hay algo en el armario…- susurró la niña con voz temblorosa. A través del poco espacio que había entre las puertas, medio abiertas, podía verlo. El reflejo oscuro de un ojo, del color de la sangre, que la observaba fijamente.
Ella tragó saliva. Su primer impulso fue llamar a su madre, pero sabía que solo diría lo mismo de siempre: “Es solo tu imaginación”. Y su padre le diría que madurara de una vez y dejara de tener miedo a la oscuridad. Pero la niña no tenía miedo a la oscuridad, sino a lo que se podía esconder en ella.
Se levantó de la cama de un salto y cerró las puertas del armario tan rápido como pudo. Colocó una silla enfrente de estas y ató los pomos con uno de sus mejores nudos. Suspiró aliviada, pues era inocente y pensaba que una simple silla la mantendría a salvo. Se estiró sobre su lecho, pero no llegó a dormirse.
Era un sonido extraño el que la mantenía despierta. Unos arañazos similares a los que hace una bestia salvaje cuando la encierran. Eran profundos y agudos, como la tiza cuando se aprieta en la pizarra.
Temerosa, miró de reojo a su armario. El sonido se detuvo, y fue substituido por el chirrido de la silla. Se movía lentamente hacía la pared, alejándose de las puertas. Pero nadie la estaba tocando. La cuerda que mantenía cerrado el mueble se desató bajo la fuerza de unas manos que ella no podía ver.
La niña se ocultó debajo de su manta, temblando como nunca antes. Pero aun así, no pudo evitar escuchar como los pomos giraban y las bisagras oxidadas sonaban al abrirse. El sonido inconfundible de unos pasos inundaron la habitación.
Susurros de una lengua desconocida resonaban en sus oídos. Las lágrimas resbalaban por las mejillas de la joven, que se abrazaba a sí misma intentando controlar los temblores. Por un instante, sintió una mano larga y huesuda apoyada en su espalda. La manta se levantó con una ráfaga de viento, y ella cerró los ojos con todas sus fuerzas.
Sintió una respiración entrecortada tras su nuca, que le hizo recorrer un escalofrío por toda su espalda. Sintió como una voz áspera y ronca le susurraba aquellas palabras que jamás logró olvidar:
-Ahora no vendrás conmigo, pero te estaré esperando. Te vigilaré eternamente, allí donde acaba la luz, pues yo soy la razón de que le temas a la oscuridad.- fue entonces cuando abrió los ojos, aterrada.
Aquel que sabía su más profundo secreto simplemente desapareció de la habitación. Lo único que la niña pudo llegar a ver fue el resplandor de una hoz larga y afilada, manchada en sangre.
FIN

viernes, 25 de julio de 2014

DEMONIOS EN LAS SOMBRAS

 
-¿Por qué me miras de esa manera?-pregunté.
-Miro como y donde me place-contestó la sombra.
Desde que tuve uso de razón, no entendía por qué debía tener una sombra que no sirve para nada. Todo mi cuerpo cumple una función, pero la sombra…
La primera vez que se lo dije a mi madre, miró asombrada y me explicó que era la proyección del cuerpo ante una luz, ya fuese natural o artificial.
-Mamá aquí nunca hay Sol-afirmé.
-¿Qué dices, cielo? Claro que sí-respondió mirándome con expectación.
-No mamá, en el mundo solo hay oscuridad, señores malos-contesté con rotundidad.
Ni que decir tiene el peregrinaje de médicos al que fui sometida hasta dar con una” supuesta “esquizofrenia paranoide.
Durante años estuve recluida en un sanatorio mental, aislada de todo contacto humano, con una pequeña luz que jamás se apagaba. Ya no veía una sombra, eran decenas de ellas, las que me acosaban día y noche.
Cierta madrugada, un grito desgarrador y profundo llegó hasta la mesa de la enfermera de guardia. Junto a dos celadores, abrieron la iluminada habitación y cientos de sombras cayeron sobre ellos devorando sus almas.
Escondida en el cuarto de limpieza, esperé agazapada hasta que cesaron los alaridos y lamentos. Enfundada en una bata, salí por la puerta de emergencia del sanatorio y corrí todo lo que pude, hasta llegar a casa a pocos minutos de allí.
Golpeé la puerta varias veces y al abrirla mi madre se quedó lívida.
-¿Qué haces aquí?-preguntó balbuceando.
-¡Las sombras me persiguen, rápido cierra la puerta!-grité mientras me dirigía hacia el sótano. Mis ojos se acostumbraron enseguida a la oscuridad y pude esconderme en un gran baúl al fondo de la estancia.
Escuché los gritos de mi familia y me tapé los oídos todo lo fuerte que pude mientras temblaba de terror.
Una vez hubieron cesado los gritos y ruidos, salí del sótano y me dirigí al salón, sentándome en el mullido y enorme sofá.
Encendí una pequeña lámpara y me dispuse a ver la televisión.
¿Por qué me miras de esa manera?-pregunté.
-¡Miro como y donde me place!-contestó la sombra con una diabólica y grotesca sonrisa en el rostro.
 
…llora un niño…creo que es el pequeño…a duras penas consigo despegar mis párpados y miro los dígitos borrosos del radiodespertador, las 03:27. Retiro suavemente el edredón y me incorporo en silencio para no despertarla. Permanezco todavía unos segundos sentado al borde de la cama esperando paciente el retorno completo de mi consciencia. Me incorporo y arrastro mis pies por el pasillo hacia la habitación de los niños. El pez Nemo que tenemos en el pasillo como luz de noche, apenas aclara unos tonos la oscuridad nocturna. Cuando me dispongo a abrir la puerta de los niños, noto que algo se mueve al fondo del pasillo, en el salón. Giro la cabeza lentamente y en la oscuridad reinante veo brillar sus ojos y su sonrisa. De repente, noto que el suelo y mi sangre se hiela. Otra vez está ahí. Creo que jamás se marchará y cada vez me siento mas impotente. Pero esta vez no voy a esconderme, suelto el pomo de la puerta y me dirijo hacia el salón decidido. Su sonrisa se agranda mientras me acerco y su silueta terrorífica comienza a dibujarse en la oscuridad. Sus ojos comienzan a elevarse en el aire hasta alcanzar una altura considerable, quizás estuviese sentado y ahora se ha incorporado. Llego hasta la puerta del salón y sin pensarlo dos veces le doy un manotazo al interruptor de la luz…y allí no hay nadie. Al segundo los dos niños comienzan a gritar asustados. Corro hacia la habitación y entro rápidamente.
El mayor me dice entre sollozos que algo le agarró los pies. Los tranquilizo y al rato se vuelven a dormir. Vuelvo a la cama dispuesto a pasar otra noche más en vela.

domingo, 13 de julio de 2014

ENTRE FANTASMAS

Hola, esta experiencia fue hace unos 6 años (tengo 14). Fuimos a E.U. a comprar cosas y mi hermana se compró un traje de bailarina (ella tenía como 4 años), ya que terminamos de comprar nos regresamos a nuestra casa en México pero antes llegamos a casa de mi abuela. Ahí mi hermana se puso a jugar con el traje y yo estaba jugando con el play. Vi que mi hermana se metió al baño a ponerse el traje pero yo tenía ganas de entrar al baño, espere un momento y le di unos cuantos golpes a la puerta para saber si ya termino y abrió la puerta. Salió con su traje pero no dijo nada, entre rápido e hice mis necesidades. Al salir fui con mi abuelo fuera de la casa, y vi a mi hermana con ropa normal entonces le pregunte por que estaba así si ella tenía el traje ese, a lo que ella contesto: “Aun no lo uso.” Y quede petrificado ya que recordé las historias de terror en esa casa, le pregunte a mi abuela y me dijo que su mamá (mi bisabuela) era igual a mi hermana a su edad y ella ya está muerta.

jueves, 12 de junio de 2014

EL SILBÓN (LEYENDA VENEZOLANA)

EL SILBÓN
El Silbón es un personaje legendario de Venezuela especialmente de Los Llanos; descrito como un alma en pena. La leyenda del Silbón habría surgido a mediados del siglo XIX.
Descripción

Se trata, según la leyenda, del fantasma de un joven que asesinó a su padre y lo destripó por haber asesinado a su esposa diciendo que se lo había buscado y que era una "mujerzuela" . Tras este hecho su abuelo mandó a atar al joven a un poste, en el medio del campo, destruirle la espalda a latigazos y lavar sus heridas con aguas ardientes , y liberarlo junto a dos perros hambrientos y rabiosos. Antes de liberarlo su abuelo lo maldijo y condenó a portar los huesos de su padre por toda la eternidad.

Tiene un silbido característico que se asemeja a las notas musicales do, re, mi, fa, sol, la, si, en ese mismo orden subiendo el tono hasta fa y luego bajando hasta la nota si. Se dice que cuando su silbido se escucha muy cerca no hay peligro, ya que el silbón está lejos, pero si se escucha lejos es porque está muy cerca. También se dice que escuchar su silbido es presagio de la propia muerte. Puede estar en cualquier sitio en cualquier hora. Tal parece que si sientes el silbido de lejos lo único que puede salvarte es el ladrido de un perro, ya que parece que es lo único que le aterra. El suele vengarse de los hombres "mujeriegos".
Leyenda

Cuenta la leyenda que El Silbón Muchos son los habitantes de los llanos que cuentan haberlo visto sobre todo en verano, época en que la sabana venezolana arde bajo el rigor de la sequía y El Silbón se sienta en los troncos de los árboles y recoge polvo en sus manos. Pero es principalmente en los tiempos de humedad y lluvia cuando el espectro vaga hambriento de muerte y ávido por castigar a borrachos y mujeriegos y a una que otra víctima inocente. Y es que cuentan que a los borrachos les succiona el ombligo para beberse el aguardiente que ellos ingirieron cuando se los encuentra solos por el llano, y que a los mujeriegos los despedaza y les quita los huesos y los mete al saco donde guarda los restos de su padre.

Algunas versiones dicen que es como un alargado gigante de unos seis metros, que camina moviéndose entre las copas de los árboles mientras emite su escalofriante silbido y hace crujir, dentro de su viejo y harapiento saco, los pálidos huesos de su infortunado padre; o, según afirman algunos, de sus múltiples víctimas. Otras versiones dicen que, sobre todo a los borrachos, se les presenta como la sombra de un hombre alto, flaco y con sombrero.

Existe la creencia de que sus silbidos se suceden unos a otros en ciclos de do, re, mi, fa, sol, la, sí y que se escuchan cercanos cuando no hay peligro y lejanos cuando sí lo hay pues cuanto más lejanos suenan más cerca está. Unos piensan que escuchar su silbido es un presagio de la propia muerte, que puede oírsele en cualquier sitio y hora y que si lo oyes lejos entonces no te queda más salvación que el ladrido de un perro; o, para otros más optimistas, también el ají (un fruto rojo y muy picante que se emplea como condimento) y el látigo.

Cuentan que, en ciertas noches, El Silbón puede aparecerse cerca de una casa, dejando en el suelo el saco y poniéndose a contar los huesos uno a uno. Si una o más personas lo escuchan, no pasará nada; si nadie lo escucha, al amanecer un miembro de la familia nunca despertará.

En los llanos orientales de Colombia, donde le llaman “El Silbador”, creen que es el alma errante de un mujeriego parrandero que murió en soledad, la gente afirma que él busca la compañía de alguien que a esas horas de la noche ose cabalgar. Pero aquella versión amable es una excepción pues, también en Colombia, otros dicen que El Silbador persigue a las embarazadas, que su silbido penetra los oídos e infunde frío y que, si alguien lo escucha en tono agudo, pronostica la muerte de una mujer, mientras que si suena grave pronostica la de un hombre. En cualquier caso, esa mujer u hombres es generalmente alguien conocido por parte de quien ha escuchado el silbido.

jueves, 3 de abril de 2014

UNA NOCHE INTERMINABLE

Di por terminado mi plato de salmón y me dispuse a lavar la vajilla. Estando la cocina limpia, decidí cerrar los postigos del enorme ventanal. Afuera, el negro cielo se veía opacado por el resplandor de las estrellas que brillaban con una fuerza jamás vista. Aproveché la ocasión para disfrutar el espectáculo y me recosté cómodamente en mi reposera plegable. Divisé fácilmente la Osa Mayor y Las Tres Marías pero me costó encontrar mi constelación preferida: la Cruz del Norte. Al cabo de un largo rato conseguí localizarla, pero cuando me disponía a contemplarla escuché un ruido ensordecedor proveniente del interior de mi casa de campo. Estupefacto, me puse de pie y me dirigí sigilosamente a ver qué ocurría.
Tras revisar detenidamente cada rincón de mi finca, me volví confundido a mi reposera para continuar disfrutando de la fiesta que la fría noche me brindaba. Por más raro que pareciera, el brillo de las estrellas aumentaba minuto a minuto al igual que mi entusiasmo. Con el correr del tiempo, mi sueño se fue disipando para dar lugar a mi locura pues no podía procesar lo que mis ojos veían. Créanme que en ningún momento de mi larga carrera como astrónomo, tuve la oportunidad de contemplar algo igual.
Desafortunadamente, la fiesta volvió a interrumpirse. Nuevamente, un fuerte ruido me sobresaltó y mi locura se transformó en tensión. ¿Acaso se había caído algo sin que yo pudiera descubrir qué era? Apunté en dirección de la puerta con la esperanza de revisar mi rancho y hallar una respuesta a esta pregunta.
Tres cuartos de hora más tarde, me resigné sabiendo que no encontraría explicación para semejante estruendo. Me acomodé por tercera vez en mi asiento pero esta vez no por mucho tiempo. Escuché pasos procedentes de la cocina, y de esos no tengo dudas; la noche se volvía cada vez más extraña… A estas alturas, mi temor era insostenible. Para consumarlo, y sentirme más seguro fui en busca de mi machete escondido en el interior de mi caja de herramientas ubicada bajo el cobertizo al fondo de la propiedad.
Al llegar bajo el cobertizo y lograr resguardarme, encendí mi linterna recargable. Una vez hallada la caja, me incliné tembloroso para intentar abrirla. La tapa estaba muy dura pues el metal de las bisagras a ambos lados de la caja se había oxidado. Finalmente, tras un gran esfuerzo, la tapa cedió lo que significó para mí un gran alivio. Estando la caja abierta, revolví impacientemente hasta dar con mi reluciente machete. Lo tomé con fuerza para poder sacarlo, me paré y apunté en dirección a la cocina. Acto seguido, se levantó una leve brisa que me acompañó hasta que cerré la puerta. Al revés de lo que había pensado y aun con el machete en mi poder, el temor no sólo me seguía pesando sino que crecía a cada paso.
Una vez en el interior de mi vivienda, caminé hasta que mi nariz se topó con un fuerte olor a pescado. Escuchaba los pasos cada vez más cercanos y no podía evitar sentirme observado. Con el corazón casi saliéndome por la garganta, posé mi dedo índice sobre el interruptor pero no me atreví a encender la luz. Cada segundo que pasaba me parecía eterno y la intriga por saber quién se acercaba a mí se acrecentaba. Sin embargo, mi dedo no sólo no ejerció fuerza alguna sobre el botón sino que además soltó el mismo y se detuvo a esperar el momento de que le diera órdenes. Tardé tanto en decidirme, que repentinamente la palanca se movió como por arte de magia y las luces se encendieron. Los pasos dejaron de escucharse. Casi simultáneamente, el viejo reloj cucú marcó las dos de la madrugada.
Helado, observé a mí alrededor: platos y cubiertos sucios, más de una copa con restos de vino e incontables tacitas con fondito de café. No podía explicar lo que veía puesto que, como sabrán, había dejado el ambiente en perfectas condiciones. Temblaba como una hoja y no podía moverme. Me quedé inmóvil por un largo rato, hasta que una cruel y bizarra idea se cruzó por mi cabeza: esta casa que alguna vez supo ser solitaria y silenciosa había dejado de serlo. No pude evitar sentirme indefenso tras este pensamiento a pesar de estar armado. Sentía unas ganas incontrolables de gritar para descargar mi angustia, sin poder comprender los sucesos que esta noche estaban acaeciendo. Pero mi impotencia podía más. Traté de tranquilizarme un poco y tras respirar hondo reiteradas veces, lo conseguí. Puse mi mente en blanco y apresuré el paso para llegar al baño. Toallas mojadas, la ducha encendida, el jabón recién comprado casi consumido. Cerré la puerta incrédulo, y me eché a correr fuera. En el camino, tropecé con una voluminosa rama de ciprés.
Y fue entonces cuando retorné a la realidad. El alma me volvió al cuerpo. El terror despareció. La casa calló por fin. Mis ojos se abrieron, las estrellas ensombrecieron y  la comodidad de mi reposera de roble se volvió a sentir.

NOCHES DE PESADILLA


Estaba solo en el mundo
y nada había para hacer.
Me sentía un idiota inmundo,
y algo para divertirme quería tener.
De pronto ella llegó
y su perfume el aire inundó.
Sus ojos centellaron
mientras que nuestras miradas se cruzaron.
.
Decidí hablarle
y la oportunidad no dejar que pasase.
No quería quedarme solo
así que me lancé a ella como un lobo.
.
La verdad entonces no conocía
y no sabía que jugaba con mi vida.
Pero el deseo pudo más
y al infierno empecé a entrar.
.
Hablamos mientras caminábamos;
reímos y gozamos.
El paisaje no era el mismo;
me di cuenta que estaba en un abismo.
.
Al borde de caer me encontraba,
pero ella seguir caminando deseaba.
Fue cuando reaccioné
y decidí que no merecía mi querer
.
Me gritó e insultó;
de desconfiado me acusó.
Yo solo me volteé,
esperando a mi casa volver.
.
De inmediato su voz un grito soltó,
era de tal magnitud que mi oído sangró.
Me regresé y la vi:
Era una gorgona vil.
.
Horrorizado estaba
así que corrí por alejarme mientras estaba parada.
No comprendía que salida no había,
y que mi destino terminaría en desdicha.
.
Al bosque entré
y por vivir recé.
Escuchaba su marchar,
y comprendí que no me podría alejar.
.
Me detuve en seco
para esperar su regreso.
Todo estaba en omición
entretanto que pedía de esto la expiración.
.
De inmediato pude ver su figura,
y traté de ignorar la sensación de temor.
Ella es lo que más asusta;
lo más horrendo, lo que causa más pavor.
.
Sus garras afiladas y largas
estaban ensangrentadas.
Su cola escamosa brillaba
a la luz de la luna plateada.
.
Ojos de serpiente tenía
y colmillos de vampira.
La piel color cal espantaba;
parecía un fantasma.
.
La adrenalina mi cuerpo cubrió,
y correr no pude querer.
Salvación no tenía
para esa noche de pesadilla.
.
Mi cuello besó
y mi entrepierna tocó.
Mi espalda sudó
y luego me golpeó.
.
Traté de levantarme,
pero ya era tarde.
La ropa me sacó
y luego la cara me mordió.
.
Mis brazos rompió
y mi estómago despedazó.
Mis piernas fueron devoradas
para luego seguir mi alma.

EL CAPITULO 15

 
¿Quien iba a pensar, que un joven chico de 15 años, con todo un futuro en la literatura porvenir, le iba a pasar algo como aquello?
Este joven era un aspirante a escritor famoso, con mucho talento y dedicación a lo que le gustaba hacer, escribir relatos.
Sus trabajos eran los comunes en los gustos de un chico de su edad, relatos de acción, amor y aventuras. Era un chico muy alegre, sus padres estaban orgullosos de el. Pero la alegría no duraría mucho.
Un día cualquiera mientras el joven estaba en la escuela, su madre al limpiar la casa encontró un viejo libro, un libro que jamás en su vida había visto. Este libro no tenia titulo. Solo una descripción que decía: “Consejos para jóvenes escritores”. La madre creyó que era un libro que su hijo había dejado olvidado, así que decidió dejárselo en su cuarto.
Al volver de la escuela el joven encontró este libro sobre su cama y comenzó a leerlo. Su interior y lo que estaba escrito en el, era algo que el joven jamás se hubiera imaginado que leería, aun así, estaba fascinado con este libro y no podía soltarlo de sus manos.
Un día, su madre se sorprendió al encontrar todas las historias de su hijo tiradas en la basura. Preocupada, fue hasta su habitación a preguntarle a su hijo qué pasaba. Al entrar a la habitación vio algo raro. Toda la habitación estaba a oscuras, y su hijo sentado en su escritorio, con muchas hojas sobre la mesa, escribiendo a oscuras. Al preguntarle por qué había botado todos sus relatos, su hijo sonriendo le respondió que lo había hecho porque ahora estaba trabajando en algo nuevo, grande y mejor. La madre sin mas preguntas se fue.
Hubo extrañas noches en que la madre pasaba por fuera de su cuarto y oía susurros, y voces que jamás había escuchado antes, pero al entrar a la habitación su hijo yacía dormido.
Otra noche, su madre se levanto de su cama para tomar agua. Y lo encontró a el sentado en el sillón de la sala, mirando la tele apagada. Cuando su madre se acerco a el, el la miro con unos ojos negros y profundos y con una extraña sonrisa le dijo:
- Madre no hagas ruido, estoy viendo mi programa favorito -
Pero a pesar de todo, lo mas raro fue que cierta vez, su madre le pidió su nuevo trabajo para leerlo, y el temblando le dijo que no porque era una sorpresa. Cuando el siempre le daba sus relatos voluntariamente para que los lea.
A la mañana siguiente su madre despertó, su celular estaba sonando, atendió, era la escuela donde el joven estudiaba, le informaron que su hijo había atacado a una maestra y luego se había fugado de allí. La llamada se corto de repente sin que pudiera terminar de hablar, y ella escucho un extraño sonido proveniente de la habitación del joven. Camino lentamente y se paro frente a la puerta. Pero nunca se imagino lo que encontraría al abrirla.
Entre llantos inconsolables grito y grito a mas no poder. Su hijo yacía muerto sobre el escritorio donde el escribía, con todas sus uñas y dedos destrozados por arañar el escritorio, desangrado hasta morir. En el escritorio estaba escrito cientos de veces: “El final es lo importante de la historia”
Esa noche, después del funeral, la madre se sentó en su escritorio a leer la historia que su hijo había escrito. Al leer el glosario, vio que la historia contaba con 15 capítulos, todos con títulos oscuros y aterradores.
Pero sobre todo observa el capitulo 15, el titulo era el mismo que las palabras que el joven había arañado en su escritorio, y estaba escrito con sangre. Sin leer los otros capítulos la madre avanza directamente hasta este.
Todos los capítulos eran largos y con mucho contenido, excepto el capitulo 15. Este era tan solo una hoja que decía escrita con sangre:
- El demoño mata al escritor. El actual lector se va con el…
A la mañana siguiente el padre se despierta y no encuentra a su mujer por ningún lado, hasta que entra a la habitación de su hijo y ve algo horrible. Su mujer yacía en el piso, con
un gran cuchillo en su mano, muerta, con múltiples puñaladas en su cuerpo.
Fue un suicidio… ¿ O NO?…

domingo, 23 de marzo de 2014

HADAS CON LAS QUE NO TE GUSTARIA TENER PROBLEMAS JAMAS


1ª Leanhaum-Shee
La Leanhaum-Shee fue esencialmente un hada vampírica que se aprovechaba de los hombres. Esta hada se disfrazaba de una mujer joven y atractiva para seducir a su víctima si tenía éxito, el hombre se convertiría en su amante. Pero si el hombre de alguna manera se las arreglaba para resistirse a sus “encantos”, ella violentamente lo mataba y consumía su sangre. Sin embargo, no todo era color de rosa para el amante humano, ya que la Leanhaum-Shee consumía poco a poco su fuerza vital durante las sesiones amatorias hasta que finalmente el pobre incauto, se convertía en nada más que una cáscara vacía y sin vida.
Esta hada almacena la sangre de aquellos que matan en su caldero, para luego utilizarla y mantenerse fuerte y joven. Y daba también de la sangre de sus víctimas a su amante y así inspirarlo para hacer poemas románticos.
Si eres es un virgen de 40 años de edad, con un deseo de muerte y con bloqueo del escritor, esta es tu chica ideal.

2º Fachan
Por la manera en que los cuentos escoceses describen a estas hadas, se podría pensar que estaban hablando de monstruos. Sin embargo, eso es exactamente lo que era el Fachan. Estas criaturas parecían tan monstruosamente horribles que la mera visión de ellos podría hacer parar el corazón de un hombre. El Fachan estaba cubierto de cabeza a los pies con pieles y su cuerpo era muy singular-un ojo, mano, pierna, etc-que se colocaban en línea central a través de sus cuerpos.
A diferencia de otras hadas, la Fachan no podía volar y eso lo hacía despreciar los que podían. Propensos a la violencia y muy territoriales, siempre llevaban un mazo de púas o una cadena que utilizaban contra las personas que se atrevían a traspasar sus tierras.
Esto definitivamente no es un personaje de hadas que pudieras mostrar a tus hijos por la noche.

 3º Sluagh

En las historias de Escocia, el Sluagh se compone de hadas que se pensaba que eran las almas de los malvados y los que murieron sin ser bautizados. Este enjambre malévolo generalmente vuela en la noche, luchando entre ellos mientras cazaban a sus víctimas. El objetivo desafortunado seria elevado por los aires y se le dej
aba caer desde grandes alturas. El Sluagh también tenía una inclinación por el sadismo, como algunas veces obligaban sus víctimas a disparar a otras personas y animales con flechas envenenadas.

Para defenderse del Sluagh, las personas cerraban sus ventanas que daban al oeste, ya que el enjambre solia llegar de esa dirección. Su fétido hedor cadavérico también daba aviso a la gente, antes de su llegada inminente.

 4ª Berberoka

La Berberoka fue una especie peligrosa de hadas que vivían en los pantanos y los ríos de las Filipinas y cazaban principalmente a pescadores que frecuentaban estas lagunas. Atrapaban a sus víctimas con una simple trampa muy eficaz.

La Berberoka ingería toda el agua en un área específica por lo que hacía que todos los peces fueran visibles. Esto naturalmente atraía la atención de los pescadores inocentes, que se precipitaban fuera de esa zona. Tan pronto como sus víctimas llegaban al lugar, la Berberoka vomitaba el agua ingerida y volcaba sus barcos. Y asi arrastraban a los pescadores desventurados bajo el agua donde se los comían de manera poco ceremoniosa.
  

5º Gorra Roja

Gorras Rojas también se originó en Escocia (Notas como se crea una tendencia?) Y eran como el Jason Voorhees del mundo de las hadas un imparable-asesino. Aunque se muestran como viejos y flacos, lo Red Caps también estaban armados con afiladas garras y dientes. Tenían una gran resistencia y pueden dominar a un hombre bien desarrollado. Como si eso no diera suficiente miedo, también llevan una guadaña, que utilizan para cortar y tajar la gente a la muerte.

Después de que asesinan brutalmente a sus víctimas, los Red Cap limpian la sangre con su gorra, de ahí el nombre. Estas hadas también fueron acusadas de caníbales que comían seres humanos y a otras hadas. La única manera de protegerse de estos bichos asesinos era recitando versículos bíblicos. La víctima tiene que ser bastante rápida, ya que los Red cap no sólo eran insanamente fuertes, también eran increíblemente rápidos.


 6º El Ankou

La encarnación de las hadas de la muerte en el folklore celta, Ankou solía ser un príncipe sin nombre a quien le encantaba cazar y tomar riesgos. Mientras él estaba fuera de cacería un día, se encontró con la Muerte, que lo desafió a un partido de caza-el ganador se le daría el poder para decidir el destino del perdedor. El príncipe perdido y fue condenado por la muerte a recoger almas para siempre.

Desde entonces, Ankou ha vagado por la tierra y conduce un carro tirado por caballos para recoger las almas de los muertos. Se le representa como una figura misteriosa que está vestido con una túnica negra con la cara oculta de la vista de los demás. En variaciones de la historia, va acompañado de ayudantes esqueleto que lanzan las almas recién recogidas en el carro. Un viento frío marca el advenimiento de Ankou e informa a la persona que está muriendo de que su desaparición será inminente.

 7ª The
Storm Hag

The Storm Hag era un hada que vivía en el lago Erie y se cree que es responsable de los numerosos naufragios en esa zona. De acuerdo con los cuentos, ella apareció como una mujer muy fea con la piel verdosa y afilados dientes, los ojos con ictericia, y rasgos faciales afilados. Sus uñas contienen un potente veneno paralizante que incapacita a cualquier víctima capturada.

Antes de que ella atacara un buque, The Storm Hag canta una canción misteriosa que predice el destino de los hombres a bordo, entonces llamaa a una terrible tormenta sobre los hombres indefensos. Como si eso no fuera suficiente, The Storm Hag también cabalga sobre las olas y captura a los marineros con sus brazos alargados. En otras variaciones, se esperaría a que pase la tormenta y de repente arroja un rayo y vientos en el barco para hundirlo.

domingo, 12 de enero de 2014

EL JUEGO DE LA VENTANA

Voy a advertirlo una sola vez y antes de comenzar: Si eres de aquellos que prueban los rituales y juegos sobrenaturales no intentes lo siguiente; si te conoces y sabes que lo intentarás igual, evita leerlo.
Estás advertido.
El juego de la ventana es un pequeño desafió para ver tu constancia, paciencia y tu cuidado en la curiosidad.

Es extremadamente fácil de iniciar, aunque requiere un poco de tiempo y, como muchas cosas, es azaroso.
Sólo hay que hacer una cosa para jugar, con una condición al hacerlo:
-Tienes que cerrar la ventana y las cortinas de tu cuarto, antes de acostarte, de la manera más cuidadosa y sospechosa posible. Con la condición de que sea a fin de mes.
Eso es lo que atrae al otro “participante”, pero es debido de informar que esto va a necesitar varios intentos, ya que no siempre se presenta a la primera. Normalmente se presenta entre el intervalo de los 6 a 12 intentos.
Pero ¿cómo sabes si funcionó…? y lo más importante, ¿en qué consiste el juego?

Sabrás si funciono cuando el juego comience, y eso, amigo mío, será cuando te despiertes.
No despertarás de forma natural, sino que te despertará algo: un golpecito en la ventana.
Vas a empezar a escuchar golpecitos en la ventana, al principio serán lentos y suaves, pero poco a poco serán más fuertes y constantes.
Tú, como la otra parte del juego, tienes que jugar.  Lo que tienes que hacer es muy simple: tienes que fingir que estás dormido.
Aquí es donde las cosas se ponen interesantes, porque hay varias cosas que delatan a alguien que no esta dormido: se mueve mucho, no se tapa totalmente la cabeza con las sábanas… pero lo más importante de todo: uno no duerme con los ojos abiertos.
Tienes que fingir estar dormido sin, en ningún momento, abrir los ojos.
Mientras tanto, lo que hay al otro lado va a seguir golpeando la ventana hasta cierto punto. Eventualmente dejará de golpearla.

¡POR NADA DEL MUNDO TE DUERMAS! ¡Es una trampa! Él siempre lo hace, ¡Te hace creer que ya se acabó, pero en realidad te quiere sorprender para que abras los ojos!
El ente va a seguir tocando y golpeando la ventana, a cada instante, por toda la noche.
Habrá oportunidades en donde va a golpear tan fuerte que creerás que va a despertar a alguien, o va a romper la ventana.
No sientas temor, estás protegido siempre que parezcas dormido.
No pidas ayuda, nadie te podrá ayudar, están sólo tú y esa cosa.
El juego dura toda la noche, hasta que amanezca. Sabrás si has ganado cuando veas la luz del sol salir por tu ventana.
Esto, mis queridos amigos, es un juego que lo hacen los más osados buscadores de experiencias, es un juego que se ha hecho tan popular, que se comenta constantemente.
Yo tengo un amigo que encontró un foro donde hablaban de esto y decían haber participado en el juego, donde decían que había 2 cosas en que todos concordaban:
Nadie sabe que es lo que hay detrás de la ventana.
Nadie sabe que le pasa a los que pierden el juego

MICRO CUENTOS :D

"No Mires Arriba"

No le temas a los monstruos, solo búscalos. Mira a tu izquierda, a tu derecha, debajo de tu cama, atrás de tu cajonera, adentro de tu closet. Pero jamas mires hacia arriba, ella odia que la miren...

"Maniquíes"

El día de hoy entregaron los maniquíes envueltos en plástico de burbujas, para la sala de exhibición y no puedo acomodarlos yo sola, tendré que esperar a que llegue alguien a ayudar, pero lo mas raro es... Que empece a escuchar como si alguien reventara las burbujas plástico...

"Atrás de mi"

Siempre creí que mi gata tenia una obsesión con mirarme fijamente a la cara. Hasta que un día, me di cuenta que ella miraba atras de mi...

"Ventana"

La cara sonriente me miraba fijamente desde la oscuridad atraves de la ventana de mi cuarto. Vivo en el piso #14....
 Cuento #4
Me desperté después de escuchar los toquidos en el vidrio. Al principio pensé que serian las ramas golpeando la ventana de mi cuarto. Hasta que escuche que el sonido provenía del espejo... Otra vez...

 "Switch"

Llego a casa después de un día largo de trabajo, y listo para una noche de relajación ahora que mis esposa se fue de vacaciones con los niños... Extiendo mi mano para alcanzar el switch en la oscuridad, solo para darme cuenta de que ya hay otra mano en el...

"Solo"

Hoy me toco trabajar en el turno nocturno solo... En el sótano hay alguien parado mirando fijamente a la cámara seguridad y justo en este instante alguien empezó a tocar la puerta del cuarto de vigilancia...

¿Hubiera sido mejor?

No me puedo mover, respirar, hablar o escuchar y esta tan oscuro todo el tiempo... Si hubiera sabido que habría tanta soledad, habría sido mejor que me cremaran...