Estaba solo en el mundo
y nada había para hacer.
Me sentía un idiota inmundo,
y algo para divertirme quería tener.
De pronto ella llegó
y su perfume el aire inundó.
Sus ojos centellaron
mientras que nuestras miradas se cruzaron.
.
Decidí hablarle
y la oportunidad no dejar que pasase.
No quería quedarme solo
así que me lancé a ella como un lobo.
.
La verdad entonces no conocía
y no sabía que jugaba con mi vida.
Pero el deseo pudo más
y al infierno empecé a entrar.
.
Hablamos mientras caminábamos;
reímos y gozamos.
El paisaje no era el mismo;
me di cuenta que estaba en un abismo.
.
Al borde de caer me encontraba,
pero ella seguir caminando deseaba.
Fue cuando reaccioné
y decidí que no merecía mi querer
.
Me gritó e insultó;
de desconfiado me acusó.
Yo solo me volteé,
esperando a mi casa volver.
.
De inmediato su voz un grito soltó,
era de tal magnitud que mi oído sangró.
Me regresé y la vi:
Era una gorgona vil.
.
Horrorizado estaba
así que corrí por alejarme mientras estaba parada.
No comprendía que salida no había,
y que mi destino terminaría en desdicha.
.
Al bosque entré
y por vivir recé.
Escuchaba su marchar,
y comprendí que no me podría alejar.
.
Me detuve en seco
para esperar su regreso.
Todo estaba en omición
entretanto que pedía de esto la expiración.
.
De inmediato pude ver su figura,
y traté de ignorar la sensación de temor.
Ella es lo que más asusta;
lo más horrendo, lo que causa más pavor.
.
Sus garras afiladas y largas
estaban ensangrentadas.
Su cola escamosa brillaba
a la luz de la luna plateada.
.
Ojos de serpiente tenía
y colmillos de vampira.
La piel color cal espantaba;
parecía un fantasma.
.
La adrenalina mi cuerpo cubrió,
y correr no pude querer.
Salvación no tenía
para esa noche de pesadilla.
.
Mi cuello besó
y mi entrepierna tocó.
Mi espalda sudó
y luego me golpeó.
.
Traté de levantarme,
pero ya era tarde.
La ropa me sacó
y luego la cara me mordió.
.
Mis brazos rompió
y mi estómago despedazó.
Mis piernas fueron devoradas
para luego seguir mi alma.
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